Durazo, incompetencia y malas concertaciones
El
proyecto beltronista-padrecista de Pavlovich y el prianismo adverso al proyecto
popular.
Por Alejandro de la Torre D.
Durazo
no es el competente que aparentan sus achichincles, no es el lechado de
eficiencia y preparación, -de qué sirve un doctor en política pública, si
termina por convertirse en un estuche de desparpajos y desordenes políticos-?
Es
el custodio de compromisos de tercera categoría desleales a las aspiraciones de
desarrollo y transformación, la mejor muestra del cobre de la vinculación con
la inseguridad y las componendas con prianistas que nada en el mar de la
desconfianza, como lo señala Alfredo Jalife-Rahme.
Es
la continuación del beltronismo con el que coqueteó en su etapa colosista, es la
segunda parte del boursismo como lo marca su suplente Arturo, es el seguimiento
del padrecismo al conveniar con filo seguidores del ex gobernador sentenciado
con libertad bajo caución, a los que les dio puestos y candidaturas.
Durazo
Montaño no representa gran cosa, ninguna garantía de cambio, no recoge los
sentimientos de lucha y humildad del pueblo sonorense, es un proyecto similar al
prianismo, la continuación de los gobiernos de Eduardo Bours, Guillermo Padrés
y Claudia Pavlovich, infames y manipuladores.
Su
fracaso en la Secretaría de Seguridad Pública, con los índices más elevados en
delitos y violencia, es el reflejo de lo que sucederá en un estado maltratado e
insignia del ultraje de los intereses creados, de la explotación minera, de la
destrucción ambiental, de la falta de justicia y honestidad del poder público,
de la miseria de los pueblos indígenas, del acaparamiento y peculado de los
recursos públicos, de los cacicazgos, del apoderamiento del narcotráfico que
pacta con corruptos gobernantes y con la policía, de un corrupto e ineficiente
poder judicial, de un Congreso legislativo nido de negociaciones corruptas y de
ayuntamientos autoritarios y saqueados por sus presidentes municipales.
Durazo
es la peor pesadilla que se avecina, el peor fantasma para los deseos de
cambio, -si no encuentra la inteligencia-, la opción que lo remonte con contenido
en propuestas y arraigo social.
Fracaso de Pavlovich
¿Cómo
se puede calificar un gobierno tan oscuro, mediocre y esquivo como el de
Claudia Pavlovich? Con la reprobación tajante y la decepción hacia el prianismo
que se burla de las aspiraciones de cambio de la gente que le volteó la cara a
la simulación y corrupción, dándole el voto de más del 60 por ciento a López
Obrador.
Sin
embargo este se niega a romper con los intereses imperantes del rechazable PRI
en el gobierno de Sonora, y así también se conduce Durazo, pero este sin
justificación, ante la imparable ola de violencia, el crimen homicida, el
tráfico de cristal y la ineficiente policía de todos los niveles.
Durazo
es la cara de la incompetencia, de la inseguridad, de la incapacidad por
detener la delincuencia, es el que recauda, al cumplirse 18 meses de estar al
frente de la dependencia, la responsabilidad de la inseguridad en el Estado de
Sonora, por esperarse demasiado del cambio de gobierno federal.
Pavlovich
solo representa el esquema de poder de los intereses creados, de la estructura
de control sobre la venta de alcohol que genera la inundación de la droga
cristal, en la sociedad. De los pactos con los grupos de tráfico, y del
encubrimiento de las policías corruptas y los ministerios públicos inoperables
y simuladores. Eso ya lo sabíamos, para eso han servido los últimos gobernadores,
para reproducir la impunidad y los pactos con el narcotráfico y la delincuencia
de poder.
Igual,
a 18 meses de la cuarta transformación, el Ministerio Público Federal es un
lechado de incompetencias, inoperabilidad y simulación, así como la Guardia
Nacional que tiene un año sin poder disminuir los homicidios y sin combatir con
efectividad a la actividad narca.
Ante
este panorama, hay cordialidad y encubrimiento del gobierno federal con el
gobierno del Estado encabezado por la priísta Pavlovich, no puede uno echarle
la culpa al otro, y se vuelven corresponsables de la inseguridad pública y de
la fuerza de los delincuentes de alto rango que no ha menguado.
Los
hechos homicidas atroces en Bavispe, los casi 500 asesinados en Cajeme, los
arreglos con los chapitos, los homicidios sin encontrar culpables, son datos
que nos muestran que hay fundamentos para pedir la desaparición de poderes en
Sonora, porque no sirven las instituciones de seguridad y judiciales, y todavía
esperar a que Durazo reproduzca este esquema como futuro gobernador, con sus
delegados federales que le abrirán surco, personeros que le manejan los asuntos
en Sonora que tampoco tienen resultados en nada, ni siquiera en la prometida
operación de la SADER en Cd. Obregón, o la cobertura de elementos de la Guardia
Nacional que los tienen viviendo en hoteles de mala muerte sin dinero ni
instalaciones propias.
La
gobernadora Pavlovich, oscura, trompuda, simuladora, con uno de los peores
gobiernos que ha tenido Sonora, tiene una gran cola que le pisen pero la ha
recogido como recogen las hechiceras de las películas de Disney la larga falda
que arrastran.
El
gobierno de Pavlovich no es confiable. Trae una estela de descrédito a pesar de
su condición de género femenino, que no es leal coartada para descifrar que en
su gobierno imperan los varones en la toma de las decisiones de poder y en los
principales cargos del aparato de gobierno.
La
estafa maestra no se ha aclarado, la sospecha cunde, en los ámbitos de Telemax,
o en la quiebra de Isssteson. La devolución de lo robado por el gobierno de
Padrés es casi inexistente. La transparencia en la aplicación de los recursos
públicos en obra, es prácticamente irreconocible, inauditable. La deuda pública
es de las mayores en todas las entidades del país hasta el momento no tiene
justificación, se ha incrementado en más de la cuarta parte de la que tenía, al
faltarle todavía la tercera parte de su sexenio. El gasto corriente no se redujo,
los niveles de sueldos de más de 800 funcionarios priistas de confianza, están
por encima de los puestos laborales en el sector privado, y muchos de ellos con
especialidad en vuelo aéreo. Las acusaciones de que ha comprado islas cunde en
la falta de respuesta para desmentirlo. Las mantas del narco que la vinculan
más que descifrarlas tampoco se resuelven con aclaraciones convincentes. Los
medios informativos están subordinados gracias al exagerado presupuestp
facturado para alinearlos.
Así
es el malgobierno de Pavlovich, que no tiene razones para disculparse, no hay
fuerza política o voz discordante que lo apedree desinflándolo al nivel de los
desprotegidos cristianos que andamos a pie.
Incluso
como lo descifra el periodista Milton Martínez al analizar el talante atemorizado
para comportarse frente al virus: Saltándose protocolos de la OMS, decidiendo
precipitadamente el distanciamiento social recomendado hasta la tercera fase, y
que intentó incluso restringir la venta de gasolina, parando toda la actividad
en general y ahora levantándola anticipadamente en el pico de la pandemia
abriendo la venta de cerveza y bandereando la reapertura de fábricas y trabajos.
Este
temor generó también destanteadas decisiones en el trato al Covid de la
gobernadora Pavlovich, se pregunta Miltón “¿A qué se debe que esté arriesgando
la salud y vida de los sonorenses?”. Y recalca todavía más, “En qué
encrucijada, autoría de los poderes fácticos estatales se encuentra la jefa del
ejecutivo sonorense?”, inventando incluso una trepidante cuarta fase que nadie
recomienda.
No hay luz después del túnel
Aunque
les duela a sus fieles seguidores, Alfonso Durazo es el menos indicado para
convertirse en el contrapeso del actual gobierno priista de Pavlovich, porque
los resultados que presenta en seguridad pública no le sirven y en sentido
adverso la apapacha con complicidad.
También
el caso de la ambivalente y confusa Lily Téllez viene a complicar la
credibilidad de la opción morenista, y refleja la debilidad de la organización
política rumbo al próximo año electoral, no hay proyecto de fondo, Lily y los
prianistas que se subieron al barco guinda amloista, están huecos y solo tienen
intereses, desplantes u ocurrencias.
Los
morenistas y cuatroteros, no han organizado a la sociedad trabajadora, a la
gente de abajo y solo la ven como la vio el PRI, carne de cañón de dádivas, de
ayudas de “bienestar social”, gente que debe ser manipulada y no organizada, y
eso le costará caro a la casta de politiqueros que desempeñan senadurías,
diputaciones y alcaldías.
Ninguno
de ellos tiene honradez para merecer hacer campaña pre electoral, ante los
nulos resultados, la decepción política y el desplante de deshonestidad de sus
alcaldes, entre ellos Mariscal, Célida, la Quintero de Navojoa o la Sara de
Guaymas.
Las
actitudes equivocadas, las reacciones arrebatadas, la incapacidad para hacer
política gubernamental concertada y de apego a la gente y al contrario, son
acusados de corrupción, de malos manejos, de autoritarismo, de enriquecimiento,
de nepotismo, acusados para el juicio político, dando respuestas ridículas y
arrogantes, fingiendo más que como lo hicieron los priistas. Lamentable.
Lamentable
para definir sus absurdas pretensiones para hacer carrera política, como
cualesquier prianperredista, mofándose de las aspiraciones de cambio y
transformación que demostró y exigió el pueblo en las urnas en 2018 y que merece
en el siguiente paso, gobernar.
El
pueblo no va esperar que babosos que tienen cargos y dinero por los puestos
públicos que obtuvieron por la ola lopez obradorista, se enquisten en nuevos
cargos.
Arturo
Bours Griffith, Lily Tellez, los siete diputados federales, los 18 diputados locales,
los 18 alcaldes y los más de 100 regidores, no intenten verle la cara a la
gente que ya no se la tragará, cumplan sus periodos hasta el último año, no
intenten relegirse en otros cargos, porque hay centenas y miles de morenistas y
activistas que apoyan sin condiciones al presidente AMLO que todos merecen
competir por un cargo de representación popular.
Si
no es así, la gente, no irá a votar por los mismos weyes y weyas que ya no
cumplieron e incluso lo único que han demostrado es actuar como chimpancés de
circo, por eso no intenten quedarse con la elección interna de Morena que se
tiene previsto efectuar en octubre de 2020, para designar en Congresos a Consejeros
estatales y nacionales de Morena, destruyendo el crecimiento de ese partido que
puede todavía convertirse en el motor de transformación y no en un indeseable y
deshonesto lastre más.
El
vacío es evidente y los posicionamientos de la clase en el poder representada
por la dupla Ricardo Bours y Ernesto Gándara, que se unificarían con el PRI, el
PAN y con otros partidos para enfrentar el voto de Morena, puede fructificar
ante la mediocridad del diezmado morenismo y los nulos resultados de su
prospecto afilado Durazo, que ya no es carta; de sus decepcionantes diputados
federales, funcionarios federales en las delegaciones en Sonora, diputados
locales y nefastos alcaldes y alcaldesas, algunos de ellos traidores como
Mariscal.
Solo
la construcción de un proyecto popular de gobierno con la amplia participación
y la organización ciudadana en barrios y colonias que cumpla con los propósitos
de justicia, nuevo régimen político y constitucional, antineoliberal,
anticorrupción, antinarcotráfico, podrá ganarse la conciencia y la confianza de
la gente, aunque no haya frutos que lucir, la gente lo sabe, la derrota del
viejo régimen disfuncional y corrupto, pasa otra vez por las urnas, aunque
también requiere del otro pilar, la organización popular.
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