jueves, 4 de junio de 2020

No hay viabilidad en Durazo y una Pavlovich temerosa


Durazo, incompetencia y malas concertaciones
El proyecto beltronista-padrecista de Pavlovich y el prianismo adverso al proyecto popular.
Por Alejandro de la Torre D.

Durazo no es el competente que aparentan sus achichincles, no es el lechado de eficiencia y preparación, -de qué sirve un doctor en política pública, si termina por convertirse en un estuche de desparpajos y desordenes políticos-?
Es el custodio de compromisos de tercera categoría desleales a las aspiraciones de desarrollo y transformación, la mejor muestra del cobre de la vinculación con la inseguridad y las componendas con prianistas que nada en el mar de la desconfianza, como lo señala Alfredo Jalife-Rahme.
Es la continuación del beltronismo con el que coqueteó en su etapa colosista, es la segunda parte del boursismo como lo marca su suplente Arturo, es el seguimiento del padrecismo al conveniar con filo seguidores del ex gobernador sentenciado con libertad bajo caución, a los que les dio puestos y candidaturas.
Durazo Montaño no representa gran cosa, ninguna garantía de cambio, no recoge los sentimientos de lucha y humildad del pueblo sonorense, es un proyecto similar al prianismo, la continuación de los gobiernos de Eduardo Bours, Guillermo Padrés y Claudia Pavlovich, infames y manipuladores.
Su fracaso en la Secretaría de Seguridad Pública, con los índices más elevados en delitos y violencia, es el reflejo de lo que sucederá en un estado maltratado e insignia del ultraje de los intereses creados, de la explotación minera, de la destrucción ambiental, de la falta de justicia y honestidad del poder público, de la miseria de los pueblos indígenas, del acaparamiento y peculado de los recursos públicos, de los cacicazgos, del apoderamiento del narcotráfico que pacta con corruptos gobernantes y con la policía, de un corrupto e ineficiente poder judicial, de un Congreso legislativo nido de negociaciones corruptas y de ayuntamientos autoritarios y saqueados por sus presidentes municipales.
Durazo es la peor pesadilla que se avecina, el peor fantasma para los deseos de cambio, -si no encuentra la inteligencia-, la opción que lo remonte con contenido en propuestas y arraigo social.



Fracaso de Pavlovich
¿Cómo se puede calificar un gobierno tan oscuro, mediocre y esquivo como el de Claudia Pavlovich? Con la reprobación tajante y la decepción hacia el prianismo que se burla de las aspiraciones de cambio de la gente que le volteó la cara a la simulación y corrupción, dándole el voto de más del 60 por ciento a López Obrador.
Sin embargo este se niega a romper con los intereses imperantes del rechazable PRI en el gobierno de Sonora, y así también se conduce Durazo, pero este sin justificación, ante la imparable ola de violencia, el crimen homicida, el tráfico de cristal y la ineficiente policía de todos los niveles.
Durazo es la cara de la incompetencia, de la inseguridad, de la incapacidad por detener la delincuencia, es el que recauda, al cumplirse 18 meses de estar al frente de la dependencia, la responsabilidad de la inseguridad en el Estado de Sonora, por esperarse demasiado del cambio de gobierno federal.
Pavlovich solo representa el esquema de poder de los intereses creados, de la estructura de control sobre la venta de alcohol que genera la inundación de la droga cristal, en la sociedad. De los pactos con los grupos de tráfico, y del encubrimiento de las policías corruptas y los ministerios públicos inoperables y simuladores. Eso ya lo sabíamos, para eso han servido los últimos gobernadores, para reproducir la impunidad y los pactos con el narcotráfico y la delincuencia de poder.
Igual, a 18 meses de la cuarta transformación, el Ministerio Público Federal es un lechado de incompetencias, inoperabilidad y simulación, así como la Guardia Nacional que tiene un año sin poder disminuir los homicidios y sin combatir con efectividad a la actividad narca.
Ante este panorama, hay cordialidad y encubrimiento del gobierno federal con el gobierno del Estado encabezado por la priísta Pavlovich, no puede uno echarle la culpa al otro, y se vuelven corresponsables de la inseguridad pública y de la fuerza de los delincuentes de alto rango que no ha menguado.
Los hechos homicidas atroces en Bavispe, los casi 500 asesinados en Cajeme, los arreglos con los chapitos, los homicidios sin encontrar culpables, son datos que nos muestran que hay fundamentos para pedir la desaparición de poderes en Sonora, porque no sirven las instituciones de seguridad y judiciales, y todavía esperar a que Durazo reproduzca este esquema como futuro gobernador, con sus delegados federales que le abrirán surco, personeros que le manejan los asuntos en Sonora que tampoco tienen resultados en nada, ni siquiera en la prometida operación de la SADER en Cd. Obregón, o la cobertura de elementos de la Guardia Nacional que los tienen viviendo en hoteles de mala muerte sin dinero ni instalaciones propias.
La gobernadora Pavlovich, oscura, trompuda, simuladora, con uno de los peores gobiernos que ha tenido Sonora, tiene una gran cola que le pisen pero la ha recogido como recogen las hechiceras de las películas de Disney la larga falda que arrastran.
El gobierno de Pavlovich no es confiable. Trae una estela de descrédito a pesar de su condición de género femenino, que no es leal coartada para descifrar que en su gobierno imperan los varones en la toma de las decisiones de poder y en los principales cargos del aparato de gobierno.
La estafa maestra no se ha aclarado, la sospecha cunde, en los ámbitos de Telemax, o en la quiebra de Isssteson. La devolución de lo robado por el gobierno de Padrés es casi inexistente. La transparencia en la aplicación de los recursos públicos en obra, es prácticamente irreconocible, inauditable. La deuda pública es de las mayores en todas las entidades del país hasta el momento no tiene justificación, se ha incrementado en más de la cuarta parte de la que tenía, al faltarle todavía la tercera parte de su sexenio. El gasto corriente no se redujo, los niveles de sueldos de más de 800 funcionarios priistas de confianza, están por encima de los puestos laborales en el sector privado, y muchos de ellos con especialidad en vuelo aéreo. Las acusaciones de que ha comprado islas cunde en la falta de respuesta para desmentirlo. Las mantas del narco que la vinculan más que descifrarlas tampoco se resuelven con aclaraciones convincentes. Los medios informativos están subordinados gracias al exagerado presupuestp facturado para alinearlos.
Así es el malgobierno de Pavlovich, que no tiene razones para disculparse, no hay fuerza política o voz discordante que lo apedree desinflándolo al nivel de los desprotegidos cristianos que andamos a pie.
Incluso como lo descifra el periodista Milton Martínez al analizar el talante atemorizado para comportarse frente al virus: Saltándose protocolos de la OMS, decidiendo precipitadamente el distanciamiento social recomendado hasta la tercera fase, y que intentó incluso restringir la venta de gasolina, parando toda la actividad en general y ahora levantándola anticipadamente en el pico de la pandemia abriendo la venta de cerveza y bandereando la reapertura de fábricas y trabajos.
Este temor generó también destanteadas decisiones en el trato al Covid de la gobernadora Pavlovich, se pregunta Miltón “¿A qué se debe que esté arriesgando la salud y vida de los sonorenses?”. Y recalca todavía más, “En qué encrucijada, autoría de los poderes fácticos estatales se encuentra la jefa del ejecutivo sonorense?”, inventando incluso una trepidante cuarta fase que nadie recomienda.

No hay luz después del túnel
Aunque les duela a sus fieles seguidores, Alfonso Durazo es el menos indicado para convertirse en el contrapeso del actual gobierno priista de Pavlovich, porque los resultados que presenta en seguridad pública no le sirven y en sentido adverso la apapacha con complicidad.
También el caso de la ambivalente y confusa Lily Téllez viene a complicar la credibilidad de la opción morenista, y refleja la debilidad de la organización política rumbo al próximo año electoral, no hay proyecto de fondo, Lily y los prianistas que se subieron al barco guinda amloista, están huecos y solo tienen intereses, desplantes u ocurrencias.
Los morenistas y cuatroteros, no han organizado a la sociedad trabajadora, a la gente de abajo y solo la ven como la vio el PRI, carne de cañón de dádivas, de ayudas de “bienestar social”, gente que debe ser manipulada y no organizada, y eso le costará caro a la casta de politiqueros que desempeñan senadurías, diputaciones y alcaldías.
Ninguno de ellos tiene honradez para merecer hacer campaña pre electoral, ante los nulos resultados, la decepción política y el desplante de deshonestidad de sus alcaldes, entre ellos Mariscal, Célida, la Quintero de Navojoa o la Sara de Guaymas.
Las actitudes equivocadas, las reacciones arrebatadas, la incapacidad para hacer política gubernamental concertada y de apego a la gente y al contrario, son acusados de corrupción, de malos manejos, de autoritarismo, de enriquecimiento, de nepotismo, acusados para el juicio político, dando respuestas ridículas y arrogantes, fingiendo más que como lo hicieron los priistas. Lamentable.
Lamentable para definir sus absurdas pretensiones para hacer carrera política, como cualesquier prianperredista, mofándose de las aspiraciones de cambio y transformación que demostró y exigió el pueblo en las urnas en 2018 y que merece en el siguiente paso, gobernar.
El pueblo no va esperar que babosos que tienen cargos y dinero por los puestos públicos que obtuvieron por la ola lopez obradorista, se enquisten en nuevos cargos.
Arturo Bours Griffith, Lily Tellez, los siete diputados federales, los 18 diputados locales, los 18 alcaldes y los más de 100 regidores, no intenten verle la cara a la gente que ya no se la tragará, cumplan sus periodos hasta el último año, no intenten relegirse en otros cargos, porque hay centenas y miles de morenistas y activistas que apoyan sin condiciones al presidente AMLO que todos merecen competir por un cargo de representación popular.
Si no es así, la gente, no irá a votar por los mismos weyes y weyas que ya no cumplieron e incluso lo único que han demostrado es actuar como chimpancés de circo, por eso no intenten quedarse con la elección interna de Morena que se tiene previsto efectuar en octubre de 2020, para designar en Congresos a Consejeros estatales y nacionales de Morena, destruyendo el crecimiento de ese partido que puede todavía convertirse en el motor de transformación y no en un indeseable y deshonesto lastre más.
El vacío es evidente y los posicionamientos de la clase en el poder representada por la dupla Ricardo Bours y Ernesto Gándara, que se unificarían con el PRI, el PAN y con otros partidos para enfrentar el voto de Morena, puede fructificar ante la mediocridad del diezmado morenismo y los nulos resultados de su prospecto afilado Durazo, que ya no es carta; de sus decepcionantes diputados federales, funcionarios federales en las delegaciones en Sonora, diputados locales y nefastos alcaldes y alcaldesas, algunos de ellos traidores como Mariscal.
Solo la construcción de un proyecto popular de gobierno con la amplia participación y la organización ciudadana en barrios y colonias que cumpla con los propósitos de justicia, nuevo régimen político y constitucional, antineoliberal, anticorrupción, antinarcotráfico, podrá ganarse la conciencia y la confianza de la gente, aunque no haya frutos que lucir, la gente lo sabe, la derrota del viejo régimen disfuncional y corrupto, pasa otra vez por las urnas, aunque también requiere del otro pilar, la organización popular.

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