lunes, 14 de noviembre de 2016

Incumplen Ley Pavlovich y Faustino. Cuchara grande para diputados federales



Incumplimiento con la Ley de Pavlovich y Faustino
Los chanchuyos del presupuesto “participativo”
Por Alejandro de la Torre D.

La Ley de Participación Ciudadana, aprobada en 2011 y que nadie cumple porque es puro papel pintado, en su artículo 86 dice que: “la población debe decidir las prioridades en el ejercicio de los recursos públicos, dónde y cuándo realizar las inversiones y cuáles son los planes y acciones que debe llevar a cabo el Gobierno Estatal y Municipal a través de un proceso de debates y consultas.”  Demagogia vil, burla para el pueblo, una mofa que hacen de los ciudadanos los gobiernos de Claudia Pavlovich y Faustino Félix.
En el artículo siguiente tiene la ley el descaro de decírselo en hojas impresas pero retacadas en el escombro y la oscuridad de la falsedad para los gobernantes, que busca: “una distribución democrática de los recursos públicos de que disponen los gobiernos estatal y municipales, mediante un mecanismo público, objetivo, transparente y auditable, que posibilita intervenir en la solución de los problemas prioritarios de las comunidades sonorenses”, ¡que escarnio!; todavía más hiriente es su fracción III que dice: “Generar un proceso de democracia directa, voluntaria y universal, que contribuya a fortalecer espacios comunitarios de reflexión, análisis, revisión y solución a los problemas prioritarios, construyendo una ciudadanía consciente y participativa.” ¿A quien tratan de engañar, porqué esta mentira tan cruel?
El presupuesto a gastar en 2017 para Sonora está proyectado en más de 56 mil millones de pesos, de los cuales 34 mil millones son recursos de los ramos 28 y 33. La discrecionalidad es monumental para aplicar estos recursos que vuelve locos a los principales funcionarios de Pavlovich, nada ha cambiado en la forma y el fondo en que Padrés, el procesado, gastó y ejerció durante 6 años, miles de millones de pesos fuera del gasto educativo que es la tercera parte del total.
La capacidad de maniobra para dirigir el dinero público en salud, obra pública, entregas sociales, está envuelta en un esquema de baja fiscalización y por lo tanto de encubierta corrupción y desvío de recursos para beneficiar a los cabezas de grupo con secretarias y direcciones de dependencias.
Los acuerdos velados con licitadores, proveedores y ejecutores de proyectos no son sometidos a verdaderas auditorias, a responsables investigaciones que detecten desvíos y cuando así se descubren todavía se usa el soborno y el encubrimiento. El esquema deshonesto que dejó Padrés y que heredó de los gobiernos anteriores priistas, sigue intacto.

Para el ayuntamiento de Cajeme su presupuesto a gastar es de casi mil 700 millones de pesos. De estos recursos cada dependencia deperdicia hasta un 30 por ciento de gastos generales: que viáticos, que parafernalia, que excesiva energía eléctrica, que gastos personales. Por ejemplo el presidente municipal se sobregiró en comunicación con 12 millones de pesos en este año, y gastó más de 50 millones de pesos en sus programas de asistencia, despacho, deporte y salud, recursos que se pueden reducir y ahorrar hasta 25 millones, y la secretaria del ayuntamiento tiene un presupuesto de 16 millones y gasta 7 millones de más que no son necesarios.
La Contraloría fuera de salarios gasta 3 millones de pesos. La Secretaria de Seguridad Pública cuyo presupuesto es de 240 millones de pesos, tendrá un superávit por multas de más de 9 millones de pesos y gasta casi un millón de pesos de gasolina al mes que es sumamente exagerado para el indicie de robos existente, y así podemos revisar que se pueden ahorrar y destinar a prioridades de servicios y atención urgente, unos 500 millones de pesos del presupuesto para 2017, pero estos recursos los conducen sin austeridad y gastan mal, en vez de destinarlos a limpiar, a la recolección de basura, a arreglar calles, a programas para jóvenes y otras prioridades.
Es el gran síntoma del mal gobierno, que los ciudadanos se quejan mucho pero que dejan pasar. Gasto de poco control a discreción y a disposición del alcalde en turno y evidentemente de estos 500 millones es donde se hacen facturas alteradas, hay acuerdos por debajo de la mesa con proveedores, se pacta con 4 o 5 constructoras que concentran el 80 por ciento de los recursos destinados, para pedir mochada por obras publicas de 10 a 30 millones de pesos principalmente pavimentación.



Cuchara grande para nuestros “eficientes” diputados federales.
Por Alejandro de la Torre D.
Se aprobó el 11 de noviembre, en la Cámara de Diputados, el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2017, con el cual los legisladores federales recibirán de enero a diciembre, un millón 942 mil 911 pesos en ingresos y prestaciones que multiplicado por 500 legisladores es una cantidad cercana a los mil millones de pesos ($1,000,000,000.-).
Por concepto de sueldos recibirán un millón 264 mil 536 pesos, más 678 mil 375 pesos de prestaciones, 52 mil 970 pesos por aportaciones a seguridad social y 17 mil pesos de ahorro solidario –este monto será aportado a su Fondo de Ahorro para el Retiro–.
Además cada legislador percibirá 140 mil 504 pesos de aguinaldo al cierre del 2016, 33 mil 360 pesos de apoyo para despensa y 131 mil 588 pesos etiquetados bajo el rubro de “otras prestaciones”.
Es de este modo como los diputados federales otra vez se burlan del pueblo de México a pesar de que el próximo año será “austero” y muchas dependencias se les redujo forzadamente su presupuesto por la Secretaria de Hacienda.
Cabe recordar que el recorte presupuestal del 2017 afectó a la Secretaría de Salud, a la Secretaría de Agricultura, de Comunicaciones y Transportes y de Educación Pública, incluyendo drásticamente decrementos hasta de un 40 por ciento en los rubros de Cultura, Ciencia y Tecnología.


Yaquis y Gasoducto
Por Alejandro de la Torre.
El proyecto capitalista del ducto de gas natural que sale del Sásabe y llega al Oro Sinaloa, para darle fuente energética a potenciales inversiones trasnacionales como ensambladoras y transformadoras, amén de maquiladoras, Gamesa, Sabritas o fabricas cerveceras ya instaladas pudo haberse detenido por los yaquis.
Aquel fatídico Pacto semanas antes del día de las elecciones en que aparecen firmándolo debajo de la enramada yaqui la candidata del PRI Pavlovich y el invitado especial Ricardo Bours que fue la premonición de lo que sucedería con el proyectado gasoducto que unió a padrecistas acueducteros y boursistas no novilleros, en aras del crecimiento económico de Sonora, cambiando cuentas de vidrio por tubos de acero, al fin y al cabo son solo 90 de los 800 kilómetros de longitud por el que pasarán millones y millones de dólares en terreno yaqui.
¿Quién tranzó con la concesión que dejará supuestas regalías a la Tribu Yaqui y por qué? Fue Miguel Cota Tórtola, Tomas Rojo o la vieja guardia tradicional de Vícam, o Loma de Guamuchil?
¿Como se beneficiará y se repartirán tales ganancias las comunidades indígenas, quien tradujo al dialecto para aceptar la instalación de la ductería?
Desde luego a costa del progreso económico de empresas privadas, el gasoducto traerá mayor desintegración de las comunidades yaquis, igual que la trajo el ferrocarril a principios del siglo 20, la carretera federal en 1932, los canales de concreto en 1954, las cadenas de expendios de cerveza en los 80s, las torres de telefonía celular en los 90s. Y que no acabaron con la marginación y la pobreza, al contrario.
¿Ese es el intercambio? Mas destrucción por mas capitalismo? Es la concepción de líderes yaquis que les hablan muy bonito a los movimientos sociales e indígenas del país? pero cuando llegan aquí pactan con los capitalistas.
Fuera de la aceptación por donde cruza el proyecto desde la frontera, existe una falacia de lo que es el gas natural que hay que conocer y que se oculta por el gobierno. Y es necesario señalar que los ductos sean de gas o derivados del petróleo no solo invaden un espacio de dos metros de anchura, si no impactan el medio natural a un contorno de dos kilómetros a los lados, bloqueando la flora y fauna como un muro, impidiendo el paso de corrientes de agua, actividades agrícolas y pastoreo, destruyen caminos, contaminan cuerpos de agua, no se pueden establecer viviendas cerca, además de los riesgos potenciales de siniestros o desastres (Bibliografía: Marc Gavaldá 2005, Judith Cavazos Arroyo 2014), recordemos las ordeñas ilegales de ductos de gasolina que han hecho explosiones en muchas partes del país. Pero la aceptación del gasoducto traerá una lana que alguien negoció.



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